Mazo utilizado: Rider Waite.
En la primera carta, vemos a un orfebre trabajando muy concentrado labrando un pentáculo. Vemos que ya ha realizado 7 más, uno de ellos, el último, todavía en el suelo, sin colgar. Es una carta que transmite concentración, serenidad. Aunque parece una tarea monótona, al personaje no se lo parece en absoluto. El está perfeccionando su arte en cada una de sus obras. Está absorto, disfruta con su trabajo. La muestra de ello y de que le llena de orgullo, es que los cuelga para que todo el mundo pueda verlo. Esta carta nos señala el inicio de una empresa, con mucha ilusión y con poca experiencia. Un verdadero desafío que asumimos con entusiasmo.
En la siguiente carta vemos una mano, que parece divina, que sostiene una copa. Se añaden símbolos cristianos: una paloma, que podría representar al Espíritu Santo, sugetando en su pico una hostia. De la copa caen cinco chorros de agua hacia el mar que hay debajo. En él flotan nenúfares, flores que mantienen su pureza a pesar de crecer en sitios cenagosos. Da sensación de plenitud, de éxito. Todas las cartas ases indican una grán oportunidad, pero ésta es considerada una de las cartas de suerte del tarot. Esta oportunidad nos puede conducir a una grán satisfacción, más enfocada a satisfacción personal, no económica p.e. que estaría reflejada con el as de oros. Se trata de una oportunidad que tendrá que ser descubierta y trabajada.
A nivel laboral: Estas dos cartas nos indicarían que al involucrarnos en un proyecto nuevo, en el que no somos precisamente expertos, pero con ilusión y ganas de trabajar, podemos conseguir uná grán satisfacción personal.
A nivel sentimental: Es el comienzo de una relación que guarda una grán oportunidad de florecer y llegar a ser una relación permanente.
A nivel espiritual:Nuevas experiencias en nuestra vida nos va a llevar a una grán estabilidad y felicidad espiritual.
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